INTRODUCCIÓN. POR QUÉ Y PARA QUÉ
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) es una gran universidad. Grande en tamaño (la mayor universidad presencial española), grande en calidad de sus recursos humanos, grande en la capacidad de formación de graduados, másteres y doctores, con excelentes investigadores y con un campus cuya riqueza patrimonial es extraordinaria. Tiene una historia gloriosa de la que tenemos que sentirnos orgullosos y herederos. Durante muchos años ha sido la universidad española de referencia en los ámbitos nacional e internacional.
Lamentablemente está sufriendo un peligroso declive, con problemas en muchos frentes, que deben abordarse con urgencia: su prestigio se ha deteriorado notablemente en los últimos años; el número de profesores permanentes ha disminuido desde 2011 en más de 450, el de miembros del Personal de Administración y Servicios en más de 300 y el de estudiantes en más de 3.200; nuestras infraestructuras y campus sufren serios problemas de mantenimiento; el número de tesis doctorales defendidas ha descendido, al igual que lo ha hecho nuestra posición en los rankings internacionales; nuestra capacidad de atracción para los investigadores Ramón y Cajal se ha resentido; nuestro presupuesto se ha reducido en cuatro años más de un 15% y se ha enajenado parte de nuestro patrimonio.
El último equipo rectoral ha realizado una gestión de la que no se pone en duda su empeño, pero sí los resultados obtenidos. A pesar de su esfuerzo, que queremos reconocer y agradecer, creemos que el actual equipo de gobierno de la UCM no ha sabido responder adecuadamente a los retos que ha afrontado la universidad. Sabemos que no todos estos problemas son internos ni han sido causados por su gestión, sino que algunos obedecen al momento social o se han acrecentado por la situación general del país, pero precisamente es en estos momentos difíciles cuando hacen falta equipos con un proyecto académico claro, una visión de futuro para nuestra universidad y una capacidad de liderazgo y diálogo para tomar las decisiones oportunas y aglutinar a toda la Comunidad Complutense en torno a ellas.
Desafortunadamente, la actuación del equipo de gobierno en este mandato viene caracterizada por tres “in”:
- Inacción: ¿Cuáles han sido las iniciativas propias nuevas de este rectorado? ¿Los proyectos académicos nuevos? ¿Las iniciativas referentes al personal? ¿Dónde están las escuelas de doctorado? Solo ya con el periodo electoral a punto de comenzar se han presentado una serie de iniciativas, como la reestructuración administrativa de los Centros, modificación de la RPT, etc. que aun llegando tarde han pecado de improvisación y falta de contenido y han sido objeto de duras críticas.
- Ineficacia: He aquí algunos ejemplos: no se ha dado una respuesta eficaz al desmesurado incremento de tasas y no se ha sido capaz de plantear un fondo de ayudas extraordinarias al estudio para los estudiantes con dificultades económicas en condiciones adecuadas de modo que una parte significativa del mismo ha quedado sin ejecutar. No se ha llevado a buen puerto el proyecto de estatutos. Tampoco se ha avanzado en el modelo de estructura de centros y departamentos. El Plan de Igualdad fue aprobado en el último Consejo de Gobierno siendo objeto de numerosas críticas por su limitado alcance y aún están pendientes los protocolos de acoso sexual y laboral. Y solo ahora, con las elecciones ya convocadas, se realizará un concurso de traslados del Personal de Administración y Servicios.
- Incomunicación: Estos cuatro años se han caracterizado por una falta de respuesta a las preguntas, comentarios y escritos dirigidos al rectorado desde la comunidad universitaria. En general, solo silencio. Unido a una desinformación a los órganos colegiados que han debido enterarse por la prensa de cuestiones importantes. Por ejemplo, nunca se facilitó al Consejo de Gobierno el pliego de condiciones del concurso de concesión demanial de la esquina de Cristo Rey, ni sabemos cuántas ni cuáles han sido las diferentes ofertas. No ha habido difusión previa del documento de reestructuración administrativa de los centros presentado al Consejo de Gobierno del día 24 de febrero. Ni de la denominada RPT técnica del PAS. Tampoco se informó en el dicho Consejo de Gobierno de los problemas con la modificación de estatutos, ni hemos visto la carta de la Comunidad de Madrid sobre este asunto hasta mucho tiempo después y solo tras solicitarlo reiteradamente. Parece que se está negociando con un conocido club de fútbol la creación de un centro específico para ese deporte y no se nos ha trasladado, ni siquiera, el inicio de los primeros contactos… Tampoco ha habido comunicación con los interlocutores sociales estatutariamente reconocidos, Juntas y Comités del Personal Docente e Investigador (PDI) y PAS, ni con los estudiantes, lo que quizás podría haber permitido aminorar algunos conflictos que han perjudicado la convivencia en el campus.
Hemos vivido un periodo marcado por un único objetivo: la contabilidad. A él se han sacrificado todos los demás, incluso aquellos que no precisaban recursos económicos para su desarrollo, con el agravante de que, además, los resultados económicos obtenidos se deben esencialmente a la recogida de frutos del mandato previo, como tendremos ocasión de analizar más adelante. Hemos vivido un proceso de repliegue hacia nosotros mismos, encogiéndonos como una pasa. Hasta hemos llegado a prohibir la participación de expertos de fuera de Madrid en nuestras tesis doctorales… ¡salvo si los paga el propio doctorando!
Es hora de invertir los factores. Somos una gran universidad y es hora de primar la academia sobre las meras cuentas. De poner en marcha un proyecto académico ambicioso, modernizador y sostenible. De creer y confiar en las personas que formamos la Universidad Complutense y en su capacidad de superar esta situación.
Por eso creemos que hace falta un cambio y te invitamos a formar parte con nosotros de este proyecto que denominamos +COMPLUTENSE. Creemos en la universidad pública como un servicio esencial a la sociedad española que debe construir su futuro basándose en el conocimiento y la innovación. Las sociedades mejor formadas serán las más pujantes y esa formación necesita universidades públicas de calidad que garanticen la equidad en el acceso a la educación superior por encima de factores socioeconómicos.
Frente a la decadencia de la UCM debemos responder con +COMPLUTENSE.
Frente a la inacción debemos responder con +COMPLUTENSE.
Frente a los ataques a nuestra imagen, la respuesta debe ser +COMPLUTENSE.
Nuestro proyecto se articula en torno a cuatro grandes ítems:
Ser +COMPLUTENSE y +COMPLUTENSES. Hay que recuperar el sentimiento de ser miembros de la Comunidad Complutense y de su devenir. Recordar que somos herederos de nuestro pasado y trabajamos codo con codo hacia el futuro que nos espera. Y ser también más complutenses, ampliando nuestra comunidad universitaria, recuperando progresivamente los puestos que han desaparecido, tanto en PAS como en PDI, en una apuesta decidida por el talento, la calidad y la internacionalización. Queremos atraer a más estudiantes de grado o posgrado y que ninguno tenga que abandonar o retrasar sus estudios por problemas económicos. Queremos atraer a más estudiantes de doctorado. A más jóvenes investigadores de todo el mundo. A los mejores profesores y profesionales para incorporarlos a nuestro proyecto.
Hacer +COMPLUTENSE. Trabajando cada uno, PAS, PDI y estudiantes con una motivación que no debemos perder: el desempeño de nuestras funciones es imprescindible para ese futuro +COMPLUTENSE. La seriedad, la auto-exigencia y la responsabilidad son nuestra propia garantía de futuro. Todos somos importantes y todos tenemos que contribuir a ello poniendo en juego las fortalezas de cada uno: en docencia, en investigación y en gestión. Debemos implicar a los estudiantes en la vida del campus. Tenemos que revisar nuestra oferta educativa para mejorarla y corregir los desajustes detectados. Tenemos que diseñar y ofrecer una oferta de formación continua atractiva y con demanda que nos permita dar un servicio a la sociedad a la vez que generar ingresos que nos dotarán de más recursos para la relevante tarea en que nos debemos embarcar. Tenemos que producir más investigación, con más y mejores resultados, aumentando el número de profesores implicados activamente en ella. Incrementar el número de contratos con empresas, las iniciativas emprendedoras y las spin-offs. Porque más investigación significa más prestigio y también más recursos para el proyecto +COMPLUTENSE.
Proyectar +complutense a la sociedad. Queremos estar más presentes en la sociedad, porque formamos parte de ella y gozamos de una consideración que se ha labrado por generaciones de docentes e investigadores que nos han pasado un testigo del que somos depositarios y garantes para que su progresión no se pierda.
No nos merecemos la imagen que se está proyectando de la UCM, generada por conflictos y despropósitos que han caracterizado la gestión de los últimos años. Somos un organismo generador de formación para los ciudadanos, de cultura, de ciencia y también de riqueza en nuestra región, al tiempo que un gran dinamizador de la vida cultural de Madrid como la gran universidad metropolitana que somos.
Seguramente haya agentes externos para los que la mejor universidad pública es la que no existe y a quienes un deterioro o desprestigio de la Complutense podría ayudar en su estrategia. Pero debemos hacerles frente con una Complutense de más calidad, con más eficiencia y con un plan de comunicación global. Debemos identificar a los actuales y futuros Ramón y Cajal, Rey Pastor, Blas Cabrera, Giner de los Ríos, Ortega y Gasset y tantos otros Complutenses ilustres para ponerles en primera fila, porque si la UCM gana, todos ganamos con ella.
Vivir +complutense. Instaurando el código ético y de conducta complutense que guíe cada una de las acciones en el campus. Propiciando la seguridad en el trabajo y los entornos psicosociales de respeto que estimulen y favorezcan la creatividad. Impulsando los planes de igualdad de género implicando en ellos a toda la comunidad universitaria. Respetando la diversidad. Con tolerancia cero hacia las conductas de acoso sexual y laboral. Fomentando la resolución de conflictos. Velando por un campus más verde y sostenible. Haciendo, en definitiva, de la Universidad Complutense una institución más inteligente.
En las siguientes páginas te invitamos a conocer un poco más nuestro proyecto que surge de un proceso participativo que se originó en los centros y que ha recabado alrededor de unas 1.400 propuestas concretas. Un proyecto en el que la transparencia, la rendición de cuentas, el diálogo, la participación y la autoexigencia son nuestras señas de identidad. Lo hemos estructurado en cuatro grandes apartados: nuestro QUÉ (lo que queremos hacer, la actividad complutense), nuestro QUIÉNES (las personas, la Comunidad Complutense), nuestro CÓMO (los valores y los recursos) y PARA QUIÉN (la UCM en la sociedad).
Estamos convencidos de que es un proyecto apasionante. Tenemos la ilusión, y creemos que también el conocimiento de la UCM y la experiencia de gestión necesarios para desarrollarlo. Fundamentalmente, porque queremos contar con las mejores cabezas de la Comunidad Complutense para ello, independientemente de ideologías y del escalafón, y en la UCM hay excelentes profesionales. Solo hace falta un requisito: el compromiso de trabajo por esta universidad pública que amamos.
Y, finalmente, aspiramos a obtener tu apoyo y confianza para ponerlo en marcha. En cualquier caso, gracias por acudir a votar los próximos 5 y, en su caso, 13 de mayo. Es el primer paso para un nuevo proyecto.
+COMPLUTENSE es una forma de entender la universidad. La nuestra. La tuya.