Las desigualdades de género siguen persistiendo en el mundo académico y la UCM no es una excepción. A pesar de la masiva incorporación de mujeres en la universidad, su representación y sus posibilidades de promoción siguen estando muy lejos de la igualdad. Se ha demostrado que las mujeres están infrarrepresentadas en los puestos más altos de la jerarquía, así como en la toma de decisiones. También experimentan más obstáculos para acceder a recursos de investigación y docencia. En el diagnóstico que la Comisión Europea realiza sobre cambio estructural (Comisión Europea, 2011; pp.19-24) se apuntan como causas de dichas desigualdades, la opacidad en la toma de decisiones, la existencia de prácticas institucionales que frenan las carreras de las investigadoras y la existencia de un sesgo de género en la evaluación de la excelencia académica. Por lo tanto sabemos que los motivos de la desigualdad están muy enraizados en nuestras estructuras y prácticas universitarias y que, por tanto, se requiere de una política decidida contra las desigualdades y sus causas -que además- van más allá del género y se cruzan con otros ejes de desigualdad como son la edad, la diversidad funcional, la orientación sexual, el origen étnico o la clase social.
También sabemos que una mayor diversidad e igualdad de oportunidades promueven la verdadera excelencia en investigación e innovación. Lograr una universidad más incluyente e igualitaria y con un mejor uso de sus recursos humanos requiere de una fuerte voluntad de cambio institucional y estructural que implementaremos a través de un Plan de Actuación de Género (PAG+COMPLUTENSE) haciendo de las políticas de igualdad un indicador de calidad y de responsabilidad social de la UCM. Nuestro PAG+COMPLUTENSE está en consonancia con las políticas europeas de la última década tanto del 7º Programa Marco de Investigación (con 12 proyectos aprobados, más de 70 universidades europeas implicadas y más de 40 millones de euros) como en el nuevo programa Horizon 2020 con líneas específicas (GERI3 y GERI4), por lo que resulta crucial promover la presentación de propuestas por parte de la UCM.
Porque además la UCM cuenta con importantes recursos, investigaciones y conocimiento para liderar políticas académicas que luchen contra la desigualdad y nos (re)sitúen como un actor importante en la inclusión de género como una marca de excelencia. El Instituto de Investigaciones Feministas funciona desde 1988/1989, la Unidad de Igualdad se crea en 2004 siendo pionera en España, tenemos programas de doctorado desde 1997 en perspectiva de género y estudios feministas. Sin embargo, la Unidad de Igualdad no ha contado con los apoyos suficientes para cumplir con su principal y fundacional tarea de formular, aprobar y articular un plan de actuación consensuado. El Plan de Igualdad aprobado en el Consejo de Gobierno del pasado 24 de febrero llega con varios años de retraso, sin consulta ni consenso previo con las expertas de género y/o las facultades y centros, es insuficiente, carece de contenido concreto y tiene un corte electoralista.
Nuestro PAG+COMPLUTENSE se formula con la participación activa del alumnado, el PAS y el PDI, y desde un diagnóstico y plan concreto para cada centro y colectivo. Sólo de esta manera se producirán acciones realistas y ajustadas, conducentes a reducir las desigualdades y evitar la discriminación. Así, se generará una cultura de análisis y diagnóstico basado en las personas y sus necesidades y que redundará en una mejor planificación en las áreas de docencia, investigación y gestión.
Nuestro PAG+COMPLUTENSE atañe también a la diversidad sexual y de género. Defenderemos incansablemente el derecho de las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, a ejercer su opción con libertad. Nuestra +COMPLUTENSE debe convertirse en un espacio seguro, libre de homofobia, bifobia y transfobia, impulsando políticas de visibilidad e inclusión, y erradicando cualquier discriminación. El respeto a la diversidad es y debe ser reivindicado como una de las mayores señas de identidad de +COMPLUTENSE.
Nuestro PAG+COMPLUTENSE también incluirá la atención de las personas con diversidad funcional. Discriminar es también, NO crear los entornos adecuados de accesibilidad, de adaptación curricular o del puesto de trabajo, para que las personas puedan desarrollar su actividad. Nuestro PAG+COMPLUTENSE seguirá avanzando en el Modelo de Diseño para Todos, basado en la inclusión y la igualdad de toda la comunidad complutense. La UCM creó la Oficina para la Integración de Personas con Discapacidad en 2003 y desde entonces se han realizado importantes avances. Pero queda mucho por hacer para favorecer la igualdad y permitir que los estudiantes, PDI y PAS con diversidad funcional realicen su actividad con normalidad.
Hola Prof. Andradas,
A mí me parece que en la UCM se han hecho muchas cosas para superar las diferencias de género y que a este respecto, nuestra universidad ha sido pionera en esto. Sin embargo, Ud. dice que bajo su mandato se promovería un “Plan de Actuación de Género”, cuándo justamente se acaba de aprobar un Plan de Igualdad por el Consejo de Gobierno el pasado 24 de febrero ¿Por qué dice Ud. que dicho Plan es insuficiente y carece de contenido concreto?
Maribel muchas gracias por la pregunta. Como bien dices, la UCM ha sido una de las universidades españolas pioneras en plantear actuaciones de género. No sólo el Instituto de Investigaciones Feministas que promueve los estudios feministas y de género de manera interdisciplinaria lleva muchos años produciendo investigación y docencia con estudios de máster y doctorado, sino que la UCM es la primera universidad española que crea una “Unidad de Igualdad” en 2004, con el objetivo de integrar una perspectiva de género en las estructuras, la docencia y la investigación en nuestra universidad a través de un plan de igualdad. El plan de igualdad aprobado el pasado 24 de febrero, a pesar de tardar 10 años en llegar, da la impresión de que se ha hecho a toda prisa, y que se ha presentado “por la puerta de atrás”. Y esto lo decimos porque un plan de igualdad, para que tenga un mínimo de éxito, debe ser planteado y construido de abajo a arriba y con un nivel alto de consenso entre las actoras y actores implicados que, por otro lado, debe ser un conjunto amplio y diverso de alumnado y de personal administrativo, docente e investigador. Es decir tiene que tener un necesario y amplio periodo de diagnóstico y planificación participada que no se ha tenido en este caso. Las actuaciones que se propongan deben estar basadas en la realidad y contexto de cada uno de los centros, facultades y colectivos, los cuales deben convertirse en participantes activos y verdaderos protagonistas de dicho plan.
Además, el plan de igualdad aprobado el pasado 24 de febrero peca de inconcreción y de un carácter generalista que no lleva en ningún caso a la acción y corre el peligro de convertirse en “papel mojado” o en un mero formalismo que justamente ahuyente la verdadera acción. Ya tenemos plan de igualdad, ya podemos quedarnos tranquilos… El carácter generalista es tal que abundan los verbos inconcretos que no arrancan ningún compromiso (por ej. se procurará, se fomentará), y se hace referencia a acciones que ya están contempladas, y de manera mucho más contundente, en la Ley 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y en la Ley 14/2011 de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Te pongo algún ejemplo que aparece en el Plan de Igualdad aprobado el pasado 24 de febrero: La UCM “Procurará, siempre que sea posible, que las comisiones evaluadoras de proyectos de investigación sean paritarias”; o “promoverá la aplicación del principio de representación equilibrada en órganos de decisión, de gobierno y consultivos”. Carlos